La Ética a Nicómaco aparece en la Grecia clásica como respuesta práctica al problema del bien humano y ha ejercido una influencia continua desde la Antigüedad hasta hoy, siendo una de las raíces de la filosofía moral occidental.
Aristóteles propone que la felicidad se logra viviendo conforme a la razón, cultivando virtudes éticas e intelectuales, actuando con prudencia, construyendo buenas amistades y buscando un equilibrio entre acción y contemplación.
1. La finalidad de la vida humana: la eudaimonía
- Todo ser humano busca un fin último y supremo.
- Ese fin es la felicidad (eudaimonía), entendida no como placer momentáneo, sino como vida lograda, plena y con sentido.
- La felicidad consiste en vivir conforme a la razón, que es lo propio del ser humano.
2. La función propia del ser humano
- Cada ser tiene una función característica (el ojo ve, la flauta suena).
- La función del ser humano es usar la razón.
- Por eso, la vida buena es la que ejercita la razón de manera excelente, en armonía con las virtudes.
3. La virtud (areté)
- La virtud es una excelencia del carácter y de la razón.
- Se divide en dos tipos:
- Virtudes éticas (morales): regulan deseos, emociones y acciones (ej. valentía, templanza, generosidad).
- Virtudes dianoéticas (intelectuales): perfeccionan el entendimiento (ej. sabiduría, prudencia).
4. El justo medio
- La virtud ética se alcanza buscando un punto medio entre dos extremos viciosos:
- Ejemplo: la valentía es el medio entre la cobardía (defecto) y la temeridad (exceso).
- Ese medio no es matemático, sino relativo a cada persona y situación, guiado por la prudencia.
5. La prudencia (phronesis).
- Es la virtud intelectual práctica que orienta la acción.
- Permite deliberar bien sobre lo que conviene hacer aquí y ahora para vivir de manera virtuosa.
- Sin prudencia, las virtudes éticas no pueden ejercerse adecuadamente.
6. La amistad (philia)
- La amistad es fundamental para la vida buena.
- Aristóteles distingue tres tipos:
- Por utilidad (interés mutuo).
- Por placer (compañía agradable).
- Por virtud (aprecio recíproco del bien del otro, la más elevada).
7. El placer y la vida feliz
- El placer no es el fin supremo, pero acompaña a la vida virtuosa como “coronación”.
- La felicidad no se reduce a sensaciones placenteras, pero estas son naturales cuando se vive bien.
8. La vida contemplativa
- La forma más alta de vida feliz es la contemplativa (bios theoretikos), porque la actividad del intelecto es lo más propio y divino en el ser humano.
- Sin embargo, Aristóteles reconoce también la importancia de la vida política y práctica.