Necesitamos codificar la ética de la IA

Necesitamos codificar la ética de la IA Necesitamos codificar la ética de la IA

Hoy hemos comenzado la cuarta edición del Wake Up, Spain! organizado por EL ESPAÑOL, que se celebrará esta semana en el Palacio de Linares de Madrid, sede de la Casa América.

Un ciclo de encuentros donde miembros del Gobierno, agentes sociales, presidentes autonómicos, alcaldes, grandes empresarios y líderes nacionales e internacionales expondrán sus puntos de vista sobre diferentes temas de actualidad divididos en distintos focos, como la sanidad, educación, energía o economía, entre muchas otras cuestiones, desde el punto de vista de expertos e instituciones.

Ha inaugurado esta cuarta edición de Wake Up, Spain! su Majestad el Rey Felipe VI recordando que«Lo importante es trabajar juntos hacia un mismo gran objetivo. Lo que cada uno hace, lo que cada uno aporta y contribuye, cuenta para una España mejor».

Después de escuchar al Rey, hemos arrancado la primera ponencia hablando de los retos que afronta la Inteligencia Artificial: éticos, laborales y energéticos. España se enfrenta a importantes cambios también en el campo de la Defensa y de la electrificación de su sistema energético.

En mi intervención he hablado de la Inteligencia Artificial y la necesidad de codificar un nuevo sistema ético. En la historia, la ética ha estado generalmente confinada al mundo de la filosofía y de la academia.

Es cierto que todas las grandes revoluciones científicas y tecnológicas han venido acompañadas de retos éticos. Así fue, por ejemplo, en la Revolución Industrial, en la que se abrieron encendidos debates sobre la libertad, el empleo o el modelo de trabajo. Lo mismo sucede con los grandes avances científicos, como la medicina genómica, que nos lleva a cuestionarnos sobre temas tan complejos como la identidad o la eugenesia.

Sin embargo, la revolución que supone la irrupción de la Inteligencia Artificial lleva estos desafíos éticos a otro nivel, por ser algo esencialmente distinto, por su vocación universal. La IA abarca todo, lo toca todo. Esta presencia multidimensional de la IA, tan amplia, profunda y ubicua, nos trae una oportunidad única, una necesidad realmente, de codificar un sistema ético. Una ética mundana, cotidiana, práctica, aplicada. Llámese como se quiera. Mientras sea realmente una ética y no mera moral circunstancial, utilitarista o política.

Imaginemos. Yo soy hombre, estoy en el centro de la ciudad, a plena luz del día, pido un coche en mi aplicación habitual. El trayecto me cuesta 12 euros. Ahora imaginemos que fuese una mujer, estoy en un descampado y es de noche. Para un trayecto similar, la misma aplicación me da un precio de 40 euros. ¿Qué es esto? ¿Un modelo de pricing dinámico, una mejora de productividad de la empresa? ¿O la explotación de la vulnerabilidad de un ser humano? Estos son los debates en los que estamos hoy y que es preciso abordar desde un planteamiento ético.

Soy consciente de que esta codificación ética es un reto colosal, de carácter filosófico, ético, antropológico, sociológico, científico y tecnológico. Un desafío de Estado y, sobre todo, de sociedad civil, en que creo que las empresas y directivos estamos llamados a jugar un papel fundamental. Un desafío ilusionante para el progreso social.

Sobre los retos que nos presenta la #IA tuve la oportunidad de hablar ayer en la primera sesión de la IV edición de #WakeUp!Spain, un foro de reflexión de lo más inspirador. Gracias EL ESPAÑOL Invertia Pedro J. Ramírez Cruz Sánchez de Lara Sorzano por contar con nosotros un año más. Y gracias a SM el Rey, por vuestro apoyo, simpatía y cariño. Qué rato tan especial tuvimos la suerte de disfrutar 💙

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