Con 78 años Los Rolling Stones nos han vuelto a demostrar que hasta el último día se puede cambiar el mundo.

Creo firmemente que se puede ser apasionado, creativo y rompedor toda una vida. Desde el primer día hasta el último. Hasta el final. La gran madurez es esa etapa de la existencia que permite el mejor de los equilibrios combinando talento y experiencia. Pero también pasión.
Que se lo digan a Miguel de Cervantes. Del autor del Quijote se cuenta que marchó al Olimpo de la Literatura sentado en su escritorio. O a Francisco de Goya, quien dedicó al arte 65 de los 82 años que vivió. En ese período pintó más de 2.000 obras. O al artista francés Paul Cézanne. Era tal su empeño por plasmar la naturaleza que un día de 1906, mientras pintaba en el campo, se vio atrapado por una tormenta. Y allí, a sus 67 años y bajo la lluvia, siguió durante horas con los pinceles. Lo hizo hasta el desmayo y fue lo último que dibujó.
El pasado miércoles, Sus Satánicas Majestades Mick Jagger, Keith Richards y Ronnie Wood –los dos primeros con 78 años y el tercero con 74– arrancaron en Madrid su gira europea. La han llamado Sixty por el 60º aniversario de la banda y muchos piensan que será la última. Me niego a creerlo. Llevan décadas desafiando al tiempo (Time is on my Side, dice uno de sus grandes temas) y son patrimonio viviente de una música que revolucionó la sociedad y con la que sesenta años después siguen emocionándonos.



Disfrutamos de lo lindo con sus temas e incluso nos hicimos un «Libreto Stones» haciendo una apuesta con los temas que iban a tocar. Merece la pena descargarlo 👇
Jagger y su banda saben que hasta el último día se puede cambiar el mundo. Con talento y experiencia. Con pasión. Que la gloria les acompañe siempre en su eterna tarea de demostrárnoslo. Porque no es sólo rock and roll.